La realidad no es blanca ni negra, sino gris, a veces con
matices más oscuros, a veces con matices más claros. Para comprender mejor en
qué consiste la libertad de elección hemos analizado dos posturas extremas, y
luego hemos presentado una postura de equilibrio que parece la más verdadera.
Este mismo criterio utilizaremos ahora para analizar la libertad social.
Pero antes necesitamos definir los conceptos de “autoridad”
y “responsabilidad”, que luego pondremos en relación con la libertad social.
La autoridad es aquella instancia que dirige y coordina
distintas libertades individuales para alcanzar un fin o un bien que las
personas necesitan pero que por sí solas no serían capaces de alcanzar sin la
ayuda de quien manda.
La responsabilidad implica que una persona se haga cargo de
lo que realizó en el pasado, pero también implica que asuma las consecuencias
de las acciones que va a realizar en el futuro. Yo actúo en forma
responsable, pues, si frente a algo que hice doy la cara y digo: “eso lo hice
yo”. Pero también actúo en forma responsable si antes de tomar una decisión
pre-veo (es decir “veo antes”) las consecuencias que esa decisión puede
llegar a tener.
Libertad social por exceso
“Permisivismo”:
? Libertad ? Autoridad
El exceso de libertad social y el consiguiente defecto (o
disminución) de responsabilidad y de autoridad puede ser llamado permisivismo
o ideología tolerante. Es un modo de pensar y de actuar que hoy predomina en
muchos países desarrollados, en especial a partir de 1968.
Esta corriente acepta algunos valores que hoy consideramos
irrenunciables: el pluralismo, la diversidad y la tolerancia. Esos valores
adoptan la forma de un ideal al que aspirar. Se parte del hecho evidente de
que somos distintos y de que tenemos que respetarnos unos a otros tal como
somos, con opiniones, estilos de vida y valores diferentes. En Occidente
hemos ido aprendiendo –y lo tenemos que seguir haciendo– a respetar y a
convivir con quienes no piensan como nosotros. Desde antes de Cristo, y en
especial a partir de que Cristo predicó su mensaje, hemos ido creciendo en
nuestra sensibilidad hacia la dignidad de la persona y su libertad.
Pero cuando esos valores son absolutizados, entonces caemos
en el permisivismo o ideología tolerante, postura que pretende excluir
cualquier forma de reproche hacia conductas distintas a las que nosotros
practicamos y evitar cualquier signo que pueda ser interpretado como
discriminatorio.
Una cosa es respetar el pluralismo, pero otra cosa bien
distinta es imponer una tolerancia al precio de la pérdida de todo contenido,
porque eso es adoptar ya una actitud intolerante. Los límites de la ideología
tolerante aparecen de un modo especial cuando se quiere excluir del juego al
que no es tolerante de ese modo.
Libertad social por defecto
“Autoritarismo”:
? Libertad? Autoridad
El defecto (o disminución) de libertad social y el
consiguiente exceso de autoridad puede ser llamado autoritarismo. Es una
institucionalización de la actitud paternalista, y lleva consigo un desprecio
a la persona ya que la considera incapaz de ser responsable de sí misma.
Desde esta postura se considera que la libertad es menos
importante que asegurar que ésta se use bien, para lo cual se necesita una
autoridad fuerte encargada de decidir por todos lo que hay que hacer. Se
considera que no se puede correr el riesgo de que las personas sean libres
porque actuarían mal.
Hay muchos grados de autoritarismo, desde la tiranía, el
totalitarismo de cualquier tipo, hasta el simple paternalismo, es decir,
tratar a la gente como si fueran menores de edad. Todos ellos temen la
libertad, y por lo general se adueñan del poder con la disculpa de que van a
tratar no tanto de que los hombres sean buenos, como de evitar que sean
malos.
Hoy en día, el autoritarismo más temido se conoce con el
término fundamentalismo, un amor radicalizado a la tradición, de inspiración
religiosa, que suele apoyarse en una doctrina moral muy estricta; puede tener
ramificaciones políticas, porque su intención es reorganizar moral y
religiosamente la sociedad. El fundamentalismo: a) encarga a la autoridad
religiosa y política la custodia de las verdades morales y sociales
contenidas en las creencias tradicionales de una sociedad; b) desconfía de
las formas modernas de de libertad y de pluralismo; c) es poco tolerante con
el mal moral y por eso d) es poco dialogante y a veces fanático. Libertad social en su justo medio
“Responsabilidad
social”: Libertad + Autoridad
Desde la postura del justo medio, se considera que tanto la
libertad como la autoridad son necesarias, pero se pone el acento en la
responsabilidad social de las personas. Para conseguir un uso responsable de
la libertad, el sistema educativo debe transmitir valores morales y no sólo
contenidos neutros. Hay una responsabilidad de enseñar a ser libre por parte
de los estratos sociales dedicados a la educación: en especial las familias,
pero también las escuelas, universidades, medios de comunicación, etc. Porque
el hecho de ser libre no garantiza que cada sujeto optimice las posibilidades
de su libertad.
Desde el justo medio de la libertad social se promueve no la
autoridad despótica sino la autoridad política.
La autoridad despótica es aquella que trata a los inferiores
como instrumentos inertes y mecánicos. Es la adecuada para manejar
instrumentos técnicos. Así por ejemplo, utilizo autoridad despótica con un
martillo o con cualquier otro objeto.
La autoridad política, en cambio, es aquella que trata a los
inferiores como a seres libres, capaces de ejercer la inteligencia. Es la
adecuada para mandar sobre las personas humanas, sean niños pequeños,
empleados, alumnos, hijos, súbditos, clientes, subordinados, etc.
Sobre las personas es mucho más fácil ejercer la autoridad
despótica que la política. Por ejemplo, un papá que termina una discusión
diciendo: “¡Aquí se hace lo que mando yo, y punto!”. La autoridad política,
en cambio, exige el diálogo, la argumentación razonada, la rectificación y
mejora de las órdenes; respeta la libertad, apela a la responsabilidad,
fomenta el diálogo y busca la persuasión racional y no la imposición
autoritaria. Uno de los aprendizajes más difíciles para el hombre es saber
ejercer la autoridad política sobre los subordinados, en lugar de utilizar
procedimientos despóticos, retirando la confianza a la gente, quitándoles la
oportunidad de demostrar lo que valen y pueden.
Si en mi trabajo me tratan con autoridad despótica, marcaré
la tarjeta al entrar y al salir, haré mi trabajo, pero no me quedaré ni un
minuto más del horario que me corresponde cumplir. En cambio, si me tratan
con autoridad política, si me siento parte de un equipo, si existe un buen
clima y puedo trabajar a gusto, si se tiene en cuenta mis iniciativas, mis
opiniones, si tengo la suficiente confianza como para dar mi punto de vista
aunque sea distinto del de mi jefe, sabiendo que me va a escuchar… entonces
no sólo cumpliré mi tarea, sino que incluso estaré dispuesto a ir un sábado o
un domingo a la oficina para terminar el trabajo que se debe presentar sin
falta el lunes. No tendré ningún problema en sacrificar el tiempo de mi merecido
descanso, o quizá quitarle horas a mi familia, porque si me siento tratado
con autoridad política en mi trabajo, tendré puesta “la camiseta de la
empresa”, y aumentará mi creatividad, mi rendimiento y mi motivación.
El mejor modo de que crezca la libertad social es que el que
manda sepa ejercer la autoridad política y aliente la libertad y la
iniciativa, y que el que obedece acepte las órdenes y las ejecute de modo
racional, libre y responsable, haciéndose cargo de las consecuencias de su
actuación.
ACTIVIDAD
1. De acuerdo a la información anterior sobre la libertad, elabora un pequeño escrito a cerca de tu concepto de libertad. Escríbelo en el cuaderno.
2. Investiga, ¿por qué razones la Estatua de la libertad se ha convertida en simbolo de la misma?
3. De acuerdo a la lectura que realices de la inforamción, de este blog, saca tres ideas principales de cada título.
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